Pre-adolescentes de 6 años
¿Decimos que el tiempo vuela y los hijos crecen muy rápido? Pues los nietos más!! Nicolás, de seis años, se ha convertido en un pre adolescente de la noche a la mañana…
Crecer a zancadas
Las señales son claras… A veces, cuando estamos con su hermano se separa, se vapor su lado y se pone a jugar solo. Le gusta aislarse a ratos, obedece menos rápido cuando su mamá o papá dan órdenes, cuestionando las razones y mostrando su inconformidad con algunas reglas. Parece que en esta búsqueda anticipada de identidad le urge crecer y va a zancadas.
para ganar más y lo que se va a compra. Para que no nos quepa la duda empezó a oír música pero no de Cri Cri, ni canciones infantiles actuales, sino puro pop-rock y electrónica.
Pero al adolescente prematuro le gana todavía el niño que disfruta ir al parque, que mira asombrado un hormiguero, corre, trepa, salta. Y algo más que me ha dado los momentos más entrañables con mis nietos: su facilidad de asombro ante el mundo y la magia de la imaginación.
Le fascinan los juegos fantásticos que les dan voz y movimiento a los muñecos, donde los coches hablan, los animales pueden cantar y ocurren las más increíbles hazañas.
Y todavía cuando pregunto "¿quién quiere escuchar un cuento?” -que puede ser cualquier relato que se me ocurra con tintes mágicos- tengo dos caritas atentas con los ojos puestos en mí, esperando.
Entonces, yo sin pensarlo mucho empiezo con la irresistible frase “había una vez… un perro que vivía asomado a una ventana..."