HORAS EXTRA
Parece un torbellino, pura energía en movimiento, que va y viene incansable, haciendo cosas principalmente para los demás, porque su pequeño cuerpo con metro cincuenta y tantos centímetros de estatura, alberga un corazón enorme.
Parece que su día tuviera horas extra, o como si sus años pesaran menos. Si no está tomando una clase vía remota, está organizando un evento, hablando por teléfono; o está en la cocina, echando ropa a lavar, o sacando la basura que clasifica y acomoda perfectamente; si no va al club, sale a correr; va al súper, visita a alguna amiga, o hace jardinería, lee o escribe. Y por supuesto, los fines de semana tampoco para: se reúne con la familia, invita amigos a comer o ella va a un evento.
Vive con su inseparable esposo en una casa con un jardín lleno de flores que adornan la fuente del patio y las ventanas, creando un colorido cuadro que es reflejo de su espíritu alegre y
Tanta historia por compartir, marcada por grandes pérdidas como la agonía y la muerte de sus padres, de la hermana más cercana y de un joven yerno, que implicó salir al rescate de la hija y el nieto que quedaron desamparados.
Y la batalla más reciente que sigue en curso contra el cáncer que afecta a su pareja de toda la vida, el novio de la juventud que se convirtió en esposo, cómplice y compañero de aventuras desde los primeros años de matrimonio, cuando aún eran estudiantes y vivieron en Francia.
Solo se tenían uno al otro y juntos aprendieron a estirar cada billete para subsistir, a ser padres de tres hijas que son su orgullo, hasta convertirse en dichosos abuelos.Su casa es el corazón de la familia, late cuando los nietos corren por el jardín, entran y salen libremente y a la hora del hambre, el olor de la sopa o de las galletas en el horno, los atrae a la cocina.
Cuando algún familiar o amigo está en apuros, mi amiga no se detiene a pensarlo, de inmediato responde y se hace presente, con sus palabras o su escucha atenta para ayudar a llevar la carga, a dar ánimo o hacer lo que se necesite hacer,
Suena mi teléfono, es ella que habla para preguntar cómo sigo y si necesito algo. Con la calidez tan suya, me dice que urge vernos para platicar largo y tendido.