GIRO DECISIVO
Esquivando a su vecino de la ría, el cocodrilo que confunde su muelle con un asoleadero, se sube de un salto a la lancha, previamente cargada con la hielera y los salvavidas Bien equipada, como siempre, se acomoda el sombrero y arranca el motor, en lo que parece una escena de Cocodrilo Dundee. Destino: alta mar donde nos esperan las ballenas
Pero no es personaje de ninguna película, es una mujer con título universitario y maestría en
alta administración, una lumbrera en asuntos de marketing, que igual maneja los estudios de
Ella construyó su casa, diseñada por el papá de sus hijas, de quien se divorció hace muchos años. Después de las calamidades que trae consigo un divorcio, ha logrado establecer una sana dinámica de convivencia familiar con él y sus dos hijas.
Después de un largo tiempo de trabajar para una firma conducida dictatorialmente, después de muchas consideraciones y a pesar de la incertidumbre, mi amiga dio un giro decisivo que cambió el rumbo de su vida: se fue a vivir a la playa y tras un plazo corto se independizó. Puso su propia empresa y pronto sus clientes la buscaron porque nadie les daba el trato o los resultados que ella conseguía.
Como si no tuviera suficiente emoción en ese entorno medio salvaje, los fines de semana cuando no sale al mar, practica surfing, vela y paddle surf. No es de extrañarse porque fue una niña intrépida que disfrutaba los deportes extremos, como aventarse desde grandes alturas en un hang glider y sobrevolar un lago.
Las amigas reunidas bajo la palapa del roof top disfrutando la brisa marina, recordamos tiempos compartidos en la universidad y riendo de las viejas anécdotas, levantamos nuestras copas para brindar porque nuestros caminos no dejen de cruzarse.
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