miércoles, 16 de enero de 2019

LA OTRA CARA DE LA VEJEZ...

El jardín de Maggie

Francia, mayo 2018.


“C’est la vie”, dice Maggie que se afana arrancando una rama seca del naranjo en su jardín, mientras me platica cómo regresó sola de Egipto con el féretro donde venía su marido, muerto de un infarto cuando estaban de vacaciones.  Y sola crió a su hija y sola vive desde que la hija se casó y se fue a vivir al extranjero.

Madame Margherite Borgeaud, mi casera de Niza, tiene casi 90 años de edad, y aunque sufre achaques y su energía física está disminuida, tiene una mente ágil y totalmente lúcida.

Dos veces por semana sale a jugar bridge. El resto de los días su rutina es la misma: ocuparse de alguna labor doméstica, entretenerse en internet con su tablet, hasta que es hora de comer.  Por la tarde, duerme una siesta, luego prende la televisión para ver documentales o noticias, habla por facetime con su hija, cena y a las 9.30 en punto se va a acostar. Una vida tranquila y rutinaria...





DOMINGOS DE JARDINERÍA




De    joven  Maggie practicó muchos deportes, como tenis, golf, buceo, equitación y esquí. Y hela aquí ahora 60 años después, dedicada a cuidar  su  jardín donde todos los domingos riega las plantas, las poda, abona la tierra y la desyerba…  Tiene un limonero, un naranjo en flor que se ve desde mi terraza y diversas yerbas para cocinar.

En su casa, llena de libros que ya no lee por falta de vista, respiro un aire de otros tiempos, entre fotografías viejas, muebles antiguos y el lento transcurrir de las horas.

¿Cuáles son los motivos de Maggie para levantarse diariamente? Cosas sencillas, como cuidar su jardín, jugar cartas con sus amigas y ver a sus nietos que la visitan una vez al año. También disfruta la compañía ocasional de los estudiantes de francés que hospeda en su casa, como yo.  

Sí, yo también asistí a la escuela en Niza durante un mes, en el que aprendía rápidamente, pero igual de rápido se me olvidaba...  No es lo mismo los tres mosqueteros que 20 años después, o "c'est la vie", como diría Maggie... Lo que sí, volver a ser alumna fue toda un experiencia...





EL SHOCK DE LA TERCERA EDAD

APRENDER A HACERSE VIEJO Cuando la gente empieza a hablarte de usted, te ofrece el asiento en una sala de espera o cargar tu bolsa del súper...