sábado, 29 de diciembre de 2018

¿PROPÓSITOS DE AÑO NUEVO?

Hmmm... 🙍


(Sentada en la escalera con mi maleta espero la hora de partir... Se acabaron las vacaciones con la familia.., ya no se oyen las risas y las voces que habitaron  durante seis días esta casa donde ahora el silencio ocupa todos los espacios...   No hay fecha que no llegue... como el término de este año que se va dejando la sensación de que el tiempo se escapó como arena entre los dedos..., igual que la vida misma...)

Es tiempo de ver atrás...


Tiempo de ver lo que el año se lleva, los cambios que vivImos, las personas que se fueron y las que llegaron...  Tiempo de agradecer lo ganado, añorar lo perdido...  Ver las cosas que no salieron como esperábamos, qué aprendimos, las experiencias que disfrutamos, y las que sufrimos... Qué hicimos y que dejamos de hacer, a quiénes amamos, con quién reímos y lloramos...  Verlo todo y dejarlo ir, despedir estos 12 meses con gratitud y en paz...


Y también es tiempo de ver hacia adelante...

Antes de pensar en los propósitos de año nuevo, que serían casi los mismos que hago cada 12 meses los cuales luego olvido y dejo sin cumplir, mejor revisar hacia dónde quiero ir, cómo ser útil en mi parcela de mundo, cómo dejar huella,, qué quiero darme y dar a los demás, en otras palabras, recordar para qué estoy aquí, qué le da sentido a estar vivo...  

(Mientras voy en el coche viendo el mar, me despido de Acapulco por última vez, llevando en la memoria gratos recuerdos de la convivencia familiar que fue especialmente cálida, armoniosa y divertida). 

El 2018 me puso frente a los dos extremos de la vida: el nacimiento de Sebastián, mi nieto, y la embolia de mi mamá, eventos que me recordaron que lo realmente importante es el tiempo que dedicamos a los seres queridos, los momentos compartidos con ellos, el amor que damos y recibimos…


Hoy, y cada día del 2019,  es una nueva oportunidad para ser un poco mejor, para amar, compartir, y escuchar, perdonarme y perdonar, agradecer mucho, agradecer siempre, dar más abrazos, reír más y más seguido, escuchar música y bailar, mirar al cielo, a las estrellas y la luna, aceptarnos y aceptar que las personas y las cosas son como son y finalmente, compartirlo todo, compartir siempre...


EL SHOCK DE LA TERCERA EDAD

APRENDER A HACERSE VIEJO Cuando la gente empieza a hablarte de usted, te ofrece el asiento en una sala de espera o cargar tu bolsa del súper...